Última actualización: 02/03/2021
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Cuando empieza a bajar la temperatura y quieres alejar el frío de tu hogar, contar con un calefactor que brinde calor a la habitación hará toda la diferencia. Estos aparatos calientan los espacios en poco tiempo y lo mejor es que puedes ponerlos donde quieras. La variedad de modelos en el mercado te permitirá conseguir una opción que se adapte a tus necesidades, presupuesto e intereses.

Para que aciertes en tu compra, hemos preparado este artículo para ti. No solo tendrás información de este práctico aparato, sino que también te enterarás de lo que debes considerar antes de hacer tu compra. Revisa con atención y toma nota para estar un paso más cerca de una cama o sala más cómodas y calientitas.




Lo más importante

  • Los calefactores aportan calor a una habitación de manera rápida y segura.
  • El rendimiento, consumo y la eficiencia del calefactor depende de su tipología, sus funcionalidades y características individuales.
  • Los más comunes son los calefactores de gas y los eléctricos, que transmiten el calor de forma directa (por radiación y por conducción) o indirecta (por convención).
  • Siempre ten en cuenta el lugar donde lo quieres y las medidas de seguridad.

Los mejores calefactores del mercado: nuestras recomendaciones

Hemos explorado el mercado y te traemos una selección de los que, a nuestro juicio, son los mejores calefactores. Son todos modelos de excelente calidad que se adaptan a las necesidades específicas de los compradores:

El mejor calefactor eléctrico según su relación calidad-precio

Es un termoventilador eléctrico de agujas con potencia de hasta 2000 W (vatios). Es seguro, incluye termostato y tiene un grado de protección IP21. Es fácil de transportar, pues pesa 1,25 kg y tiene unas dimensiones de 21 x 14,3 x 25,1 centímetros.

Adicionalmente, lo puedes usar como ventilador durante el verano.

Evaluación editorial: Su tamaño compacto, potencia, eficiencia y precio accesible, lo convierten en una buena opción para cualquier habitación.

El mejor calefactor a gas con eficiencia energética A++

Con una potencia de 3000 watts y una eficiencia energética de A++, el calefactor tipo estufa a gas promete no dejar que pases frío en invierno. Tiene un triple sistema de seguridad con apagado automático por fallo en la llama y concentración de gases CO₂. Por lo tanto, podrás usarlo sin ninguna preocupación por fugas accidentales de gas. No es muy compacto y pesa alrededor de 8 kg.

Evaluación editorial: Si lo que quieres es potencia sin dejarte el sueldo en el recibo de electricidad, este calefactor te dará todo eso con seguridad garantizada y sin olor a gas en la estancia.

El mejor calefactor halógeno con sistema antivuelco

En este momento el producto comentado no se encuentra disponible en el proveedor. Es por eso que lo hemos sustituido por otro con similares características. Informar de un problema.

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El calefactor halógeno es altamente eficiente con su potencia de 1000 W y transmisión instantánea de calor.

Siendo ligera, fácil de transportar y con una transmisión de calor por radiación, proporciona el calor que necesitas directamente sin esperas. Ideal para personas con alergias, asmas y enfermedades pulmonares.

Evaluación editorial: Dispone de un sistema de seguridad antivuelco, que hace que se desconecte automáticamente en caso de una caída.

El mejor calefactor para baño y silencioso

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Si durante el invierno te das cuenta al salir de la ducha que el baño es el lugar que más necesita calefacción, este modelo es para ti.

Es muy compacto, ocupa poco espacio y es fácil de manejar. Además, tiene modo silencioso (45 dB) que sus compradores destacan, junto a un uso económico y prolongado de la calefacción. Y por si fuera poco, tiene garantía de durabilidad de fábrica de hasta 10 años.

Evaluación editorial: Este calefactor consigue calor uniforme con una potencia ajustable de hasta 2400 W. Tiene un dispositivo antigotas y doble aislamiento eléctrico que brinda una máxima seguridad hasta en zonas húmedas.

Guía de compras: Lo que debes saber sobre los calefactores

Los calefactores son la solución más práctica para aumentar la temperatura de una habitación. Por eso, en este artículo conocerás los factores esenciales que debe tener el calefactor que elijas para que se adapte mejor a tus necesidades.

Un calefactor calentará tu habitación de forma rápida y segura. (Fuente: Atamanenko: 122458855/ 123rf.com)

¿Qué es un calefactor y qué ventajas tiene?

Comencemos con saber que los calefactores son dispositivos que producen un flujo rápido y continuo de aire caliente. Trabajan con distintas fuentes y sistemas de emisión de calor. Por lo tanto, permiten calentar y mantener la temperatura de cualquier tipo de espacio donde se encuentre instalado.

Han ganado gran popularidad en el mercado por su comodidad, seguridad y precios accesibles. Sin embargo, muchos calefactores eliminan la humedad natural del entorno y pueden ocasionar problemas de resequedad. Por ello, conviene revisar primero las ventajas y desventajas de los calefactores.

Ventajas
  • Proporcionan calor de forma inmediata.
  • Temperatura controlable.
  • Variedad a precios asequibles.
  • La mayoría no requieren de instalación.
  • Muchos son portables y ligeros.
Desventajas
  • Algunos producen gran consumo de energía.
  • La emisión de calor puede llegar a ser insuficiente si no se eligió el adecuado.
  • Pueden crear resequedad en el ambiente.

¿Cuáles son las alternativas a los calefactores?

Los radiadores, la caldera eléctrica, la estufa, los emisores térmicos, las bombas de calor y el suelo radiante. Estos son algunos de los sistemas de calefacción alternativos más comunes de la actualidad. Los analizamos en la siguiente tabla:

Alternativa Características
Radiador Es uno de los más utilizados en España. En general, requieren de una caldera eléctrica, de agua, gas o de aceite, la cual transmite el calor por toda la vivienda. Lo que resulta efectivo en hogares con mucho espacio, pero requiere instalación de un sistema central de calefacción.
Estufa Es una alternativa milenaria que funciona al introducir un combustible (generalmente leña o pequeños trozos de material orgánico comprimido llamados pellets) en un armazón metálico. Puede calentar una habitación específica o una vivienda completa con un sistema de calefacción previamente instalado.
Emisores térmicos Funcionan con un radiador eléctrico fijo que se enchufa y transmite el calor de forma uniforme. Se usan mayormente en espacios pequeños. Su principal ventaja es que son más económicos que los radiadores, no necesitan mantenimiento y tienen larga vida útil. No obstante, pueden generar altos gastos de consumo.
Bomba de calor Toma la energía del entorno para transferir el calor a una habitación y viceversa. Son muy eficientes, pues transportan más calor y consumen menos energía. Debido a su alto costo de instalación, son mayormente utilizadas en hoteles y locales comerciales.
Suelo radiante Es una red de canales que se instalan debajo del suelo y se conectan a una caldera o una bomba de calor, por la que circula agua caliente o electricidad. No ocupa espacio, necesita poca energía para trasmitir calor comparado con los radiadores tradicionales, pero conlleva a costos elevados de consumo e instalación especializada.

¿Cómo funcionan los calefactores?

Básicamente, todos los calefactores funcionan con tres componentes esenciales: una fuente que transforma la energía calorífica, un ventilador o dispositivo que distribuye el aire caliente por el espacio y un mecanismo de control para regular su funcionamiento.

Es sumamente sencillo encender y poner en marcha un calefactor, pues casi todos cuentan con un interruptor de encendido, ajuste de intensidad y la temperatura. Es común que integren un termostato para controlar la temperatura del ambiente y mando a distancia. Además, existen modernos dispositivos inteligentes con wifi que permiten conectarlo controlarlo desde el móvil con una aplicación.

Dependiendo del tipo de mecanismo, el calor se transmite por conducción, radiación o convección. Aunque los más comunes suelen ser convencionales (calor indirecto) y radiantes (calor directo), o una combinación de varios mecanismos. Y pueden trabajar usando como fuente de energía la electricidad, el gas y el gasoil o diésel.

Los calefactores aportan calor a una habitación de manera rápida y segura. (Fuente: Kivitimof: 91652137/ 123rf.com)

¿Qué tipos de calefactores hay?

Puede llegar a sorprenderte la cantidad de tipos de calefactores que hay. Verás que existe tipo torre, tipo panel, de piso, de pared, de exteriores, eléctricos, de gas, de aceite, infrarrojos, de cerámica, de cuarzo. Etc. En fin, uno para cada necesidad. Muchas características dependen sobre todo del modelo a evaluar. No obstante, a continuación vamos a diferenciarlas por su forma de producir calor.

Tipo Fuente de energía Espacios Mecanismo Consumo Transmisión de calor Apto para alérgicos
Eléctrico Corriente eléctrica Habitaciones pequeñas y medianas Utiliza una resistencia, un material de cuarzo o cerámica, para calentar el aire y expulsarlo al espacio. Entre 400 y 3000 w/h. Por convección, conducción o radiación. No, hace circular el aire y alérgenos.
De gas Gas butano o gas propano Habitaciones medianas y grandes El gas fluye por una válvula principal a un colector con válvulas quemadoras que mezclan el gas con el aire para producir calor. Entre 100 y 3500 kg/h. Por conveción No, hace circular el aire combinado con el gas.
De aceite Fluido térmico o aceite mineral refinado Habitaciones medianas y grandes Comienza a producir calor cuando el aceite calienta el metal del radiador y se transmite por el espacio. Entre 2000 y 3000 lt/h Por convención y se mantiene el calor una vez apagado. No, hace circular el aire y alérgenos.
Halógeno o Infrarrojo Radiación infrarroja de onda larga Habitaciones pequeñas y medianas Utilizan los rayos de onda larga para generar calor y calentar directo a las personas y objetos. Entre 1000 y 3800 kg/h Por radiación Es el ideal para personas con alergias y asma.

¿En qué lugar puedo ubicar un calefactor?

Lo mejor es ubicarlo sobre una superficie de contacto fría para evitar sobrecalentamientos y que permita el flujo de aire. Asimismo, siempre debes mantener un punto de ventilación en la habitación para que circule el oxígeno adecuadamente y evitar la acumulación de calor.

Se recomienda alejarlo de toda fuente de agua y no colocarlo cerca de emisores de calor, muebles, ni directamente al sol. Tampoco cerca de materiales combustibles que puedan deteriorarse con el calor.

La constante en cualquier lugar que decidas ubicarlo es contar con termostatos automáticos y sensores que apaguen el calefactor si se sobrecalienta. También revisar las instrucciones para la instalación y mantenimiento del calefactor.

¿Cómo es el mantenimiento de los calefactores?

Un adecuado cuidado y uso de los calefactores permite alargar su vida útil e incluso ahorrar el consumo de energía. Muchos aparatos exigen que el mantenimiento lo realice un técnico autorizado, a expensas de perder la garantía.

Una de señales de que es momento de hacerle mantenimiento al calefactor es cuando tiene fugas o bloqueos en la tubería de ventilación. Asimismo, cuando el agua esté derramándose en el interior o exterior del calefactor, daño y deterioro en sus componentes o exceso de polvo y pelusas.

Y recuerda que al final de la temporada de frío debes conservarlo en un lugar protegido del polvo y la humedad. De este modo, no sufrirá ningún daño y estará listo para usarse en el próximo invierno.

El rendimiento, consumo y la eficiencia del calefactor depende de su tipología, sus funcionalidades y características individuales. (Fuente: Ronstik: 23063475/ 123rf.com)

¿Los calefactores son malos para la salud?

Los calefactores son dispositivos bastantes seguros que con una adecuada disposición y mantenimiento regular no deberían ocasionar ningún problema de salud. No obstante, las personas con asma, enfermedades pulmonares y cutáneas son más susceptibles al polvo y otros alérgenos que circulan en el aire durante el funcionamiento del calefactor.

El cambio de temperatura favorece el desarrollo de enfermedades. Así que, si se reseca mucho el ambiente, puede ocasionar mayor sensibilidad en el cuerpo. Puede causar resequedad en los ojos y en la mucosa que afecta la nariz, laringe y tráquea. Así como también resecamiento en la piel, aumentando la descamación y causando picor.

Para evitar estos problemas se sugiere que la temperatura esté entre 21 °C y 23 °C y que la humedad del ambiente nunca sea menor a 50 %. Asimismo, es necesario revisar que el calefactor cuenta con medidas de seguridad para niños y mascotas. Entre otras cosas, debe tener detección automática de sobrecalentamiento y un termostato e higrómetro para controlar la humedad.

Criterios de compra

No solo el coste, la eficiencia y la seguridad son los criterios a evaluar en una compra. La variedad en las características, potencias, funcionalidades, aditamentos, diseños y tamaños son solo algunos de los elementos que debe considerar un comprador.

Características del espacio

Considera el lugar en dónde quieres situar el calefactor en todo momento. Si el fabricante especifica la superficie de calentamiento o el alcance, te ayudará a ver si el calefactor provee una transmisión de calor total o parcial, directa o indirecta. Adicionalmente, el tiempo que tardará en alcanzar la temperatura más cómoda para ti.

Para espacios pequeños, un calefactor por convección es la mejor opción al trasmitir el aire caliente homogéneamente por mucho más tiempo. Al contrario, para espacios al aire libre o un área específica, es preferible optar con uno radiante. Estos aportan mayor sensación de calor cuanto más se acerca al punto de calor.

Además, hay calefactores diseñados para un espacio en específico. Por ejemplo, existen calefactores de baño, que incorporan ventilador de extracción para extraer el vapor y la humedad acumulados; o calefactores de exteriores, diseñados para cubrir grandes áreas como terrazas, jardines y patios.

Los más comunes son los calefactores de gas y los eléctricos, que transmiten el calor de forma directa (por radiación y por conducción) o indirecta (por convención). (Fuente: Ryzhov: 39881478/ 123rf.com)

Fuente de energía

Al comparar distintos calefactores, te darás cuenta de que muchos usan diferentes tipos de fuente energía. Este factor es importante porque te permitirá conseguir un modelo que reúna tus expectativas de consumo con factores ecológicos y de salud.

En otras palabras, supongamos que quieres eliminar el consumo de productos contaminantes como el gasoil y gas natural. Probablemente, un calefactor eléctrico sea una opción perfecta para ti. Si lo que te preocupa es el consumo de luz y que la factura de electricidad no se dispare con el uso del calefactor, un dispositivo a gas o gasoil consume menos energía que uno eléctrico.

Los calefactores infrarrojos o halógenos son buena opción para personas alérgicas o preocupadas por el medio ambiente. Al no circular el aire, no esparcen polvo, alérgenos ni contaminantes en el espacio.

Consumo de energía

Todos los calefactores requieren un gasto de energía. Dependiendo del tipo de calefactor, su potencia y alcance, el consumo será mayor o menor que otro. La mayor ventaja es que, al estar en una única habitación, no requieren grandes cantidades de energía para proveer calor a toda la vivienda. Su consumo siempre será menor que el de un sistema completo de calefacción.

La mejor opción para ahorrar la ofrecen los calefactores de bajo consumo, que ahorran electricidad y no malgastan calor por toda la casa.

La mejor opción para ahorrar la proveen los calefactores de bajo consumo, que ahorran electricidad y no malgastan calor por toda la casa. Y, por supuesto, siempre tener un equilibrio de consumo: apagar el dispositivo cuando no está en uso y no superar el límite de temperatura sugerida según su capacidad y el lugar donde se instale.

Siempre ten en cuenta el lugar donde lo quieres y las medidas de seguridad. (Fuente: Gorlov: 159763029/ 123rf.com)

Emisión de calor o potencia

La emisión de calor debe ser directamente proporcional a las características del espacio donde se desea dejar el calefactor. Teniendo en cuenta que si la habitación o lugar donde quieras ubicarlo es grande, mayor potencia y energía necesita el calefactor para alcanzar y mantener una temperatura homogénea.

Identificar la potencia no siempre es sencillo. El estándar de potencia es 80 watts por metro cuadrado para habitaciones con aislamiento y alrededor de 100 watts para espacios con un aislamiento deficiente. Pero para estar seguros de que el calefactor cubrirá el espacio adecuadamente, un técnico especialista será tu mejor aliado para calcular cuántos watts requieres por metro cuadrado.

Ruido

Los calefactores suelen incorporar un ventilador ruidoso que se convierten en una verdadera molestia, especialmente para las personas con sensibilidad auditiva. Afortunadamente, existen calefactores con modo silencioso o modo nocturno, que te brindará el calor que necesitas sin las distracciones de un ruido excesivo.

La valoración de ruido silencioso suele ubicarse por debajo de los 50 decibelios (dB), que es el promedio de una conversación normal. Pero si buscas un ruido mínimo, un modelo de 42 dB te brindará el mismo nivel que genera un susurro suave.

Hay un calefactor para cada espacio: habitaciones pequeñas, medianas y grandes. (Fuente: Ronstik: 49121531/ 123rf.com)

Seguridad

Si bien los calefactores son bastante seguros, no está de más revisar que el modelo tiene incorporado un sistema de seguridad para evitar accidentes. Algunas de las funcionalidades incorporadas por estos dispositivos abarcan:

  • Protección al tacto de calor o de descarga
  • Detector automático de sobrecalentamiento
  • Interruptor antivolcados
  • Sistemas de apagado automático
  • Grado de protección IP, cuanto mayor sea el número, mayor garantía de que los componentes del calefactor están protegidos

Asegúrate, además, de que sea estable y no se caiga con facilidad. Deja siempre al menos un metro entre el aparato y cualquier mueble, cortina, decoración. Nunca, bajo ninguna circunstancia, lo cubras mientras está en uso. Y asegúrate de tener las manos secas y los pies calzados al enchufarlo y desenchufarlo.

Igualmente, si tienes niños y mascotas lo más seguro sería instalar un calefactor de pared, fuera de su alcance o, en su defecto, un modelo que no permita introducir dedos ni objetos pequeños accidentalmente.

Resumen

En definitiva, con total tranquilidad puedes usar los calefactores para calentar cualquier habitación o espacio de tu hogar. A diferencia de un sistema de calefacción completo, no requiere mayor instalación ni un gran presupuesto. Hay una amplia gama de modelos que te garantiza poder encontrar el que alcance tus expectativas y cubra tus necesidades.

Recuerda considerar los criterios que te mostramos, en especial los del espacio, seguridad y consumo de energía. Sabemos que pueden parecer muchos los factores para tomar en cuenta, así que no temas consultar con un especialista para obtener información más detallada. Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad. Ahora la decisión de compra está en tus manos.

(Fuente de la imagen destacada: Cuchina: 65844802/ 123rf.com)

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