Niño corriendo
Última actualización: 08/09/2020

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Sí, sí, como lo oyes: correa para niños. Puede que para los que vivimos en España suene raro, pero lo cierto es que en muchos otros países utilizar este tipo de correas de seguridad para los más pequeños es una práctica muy habitual. De hecho, gracias a ellas se evitan muchos accidentes de los que luego nos lamentamos toda la vida.

Cuando los niños empiezan a caminar, lo único que quieren es descubrir el mundo que les rodea. Creo que a todos nos sonarán familiares aquellas carreras calle arriba y calle abajo detrás de nuestro hijo. Y el miedo que ellas conllevan, ya que no queremos que le pase nada. Con estas correas, llevamos al «peque» siempre controlado.




Lo más importante

  • Es una pena que los niños aprendan antes a caminar que a ser conscientes de los peligros que les rodean. Sin embargo, nosotros sí que conocemos todos esos riesgos y nos llevamos más de un susto cuando nuestro hijo decide salir corriendo en la calle.
  • La correa para niños es un accesorio de seguridad muy práctico que nos permite controlar a nuestros pequeños correcaminos, al mismo tiempo que les da la libertad que necesitan para investigar y conocer el mundo.
  • A la hora de elegir la correa para niños que más se adapta a nuestras necesidades, es importante que tengamos en cuenta factores como la seguridad, el tamaño, el material o la calidad. De esta manera, sabremos que la compra es acertada.

Las mejores correas para niños del mercado: nuestras favoritas

Debido a lo poco conocidas que son las correas para niños en nuestro país, es normal que nos surjan dudas a la hora de elegir la que más nos conviene. Para ayudar con esta decisión tan importante, hemos seleccionado las tres mejores correas que podemos encontrar en el mercado a día de hoy. ¡Las hay para todos los gustos!

Otras recomendaciones

La correa para niños favorita de los usuarios online

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Esta correa para niños sirve tanto en la primera etapa para aprender a caminar, como después, cuando los padres no queremos perder de vista a nuestro hijo que ya anda solito. Está fabricada en algodón de alta calidad, lo que la hace cómoda, transpirable y permite que se lave en la lavadora sin que deteriore.

Es muy ligera y muy fácil de quitar y poner. Sus cierres de seguridad garantizan que no se desabroche durante su utilización, lo que podría provocar la caída del niño. Tiene un diseño tradicional y simple. Nada aparatoso. Con colores diferentes y llamativos que tanto gustan a los más pequeños de la casa.

La mejor correa de muñeca antipérdida

Una correa de muñeca antipérdida de una calidad excepcional. Está fabricada con plástico de poliuretano, con un cable de acero integrado, gemelos de metal, velcro antipinchazos, neopreno y cuerda de polipropileno. Por ello, es una de las más resistentes y duraderas del mercado. Además, todos los materiales son respetuosos con la piel.

Esta correa está recomendada para niños de entre uno y diez años, ya que también puede acoplarse a la mochila infantil o al cochecito del hermano pequeño. Cuenta con una longitud de cuerda de 1,5 metros, lo que da libertad de sobra para que el «peque» se mueva y se divierta, siempre bajo la vigilancia de sus padres.

La mejor mochila infantil con arnés de seguridad

Lo más pequeños no querrán separarse de esta divertida mochila. Su diseño en tonos rojos, negros y blancos simula una mariquita o incluso la forma del conocido Mickey Mouse. Está fabricada con tres capas de tela: una transpirable, una para aliviar la presión y la última capa sísmicos. Es suave e impermeable.

Cuenta con una hebilla en la parte superior en la que se coloca la correa para niños. Además, incluye un cinturón de seguridad a la altura de la cintura, lo que garantiza que no se producirán daños en los hombros en el caso de que el «peque» salga corriendo a mucha distancia y ejerza presión en la correa.

Guía de compras: Lo que debes saber sobre la correa para niños

El uso de la correa para niños no está demasiado extendido en nuestro país. Por ello, para muchos padres resulta un accesorio novedoso del que nunca habían oído hablar. Pero, una vez que se les presenta y se plantean probarla, surgen varias dudas. Para aclarar todas ellas, hoy respondemos a las preguntas más frecuentes.

Una familia paseando

Una correa para niños es un complemento de seguridad muy práctico para mantener bajo control a los más pequeños. (Fuente: Olesia Bilkei: 48001006/ 123rf.com)

¿Qué es una correa para niños y qué ventajas tiene su uso?

Una correa para niños es un complemento de seguridad muy práctico para mantener bajo control a los más pequeños cuando nos encontramos en la calle o en lugares muy transitados. Su enorme parecido con las correas para perros ha creado un acalorado debate entre los defensores de este método y aquellos que lo critican. Veamos algunas de sus ventajas y desventajas:

Ventajas
  • Controlar al niño en todo momento
  • Evitar accidentes o pérdidas
  • Tranquilidad a la hora de caminar con los hijos por espacios públicos llenos de gente
  • Apoyo para la educación
Desventajas
  • Puede resultar desagradable estéticamente
  • Si no se utiliza correctamente puede causar traumas emocionales en el niño

Como podemos comprobar, las desventajas dependen únicamente del uso que le demos a la correa. Y las ventajas reducen considerablemente los riesgos de peligro de los niños y aumentan la tranquilidad de los padres. Por ello, si se siguen correctamente las indicaciones, es un complemento de seguridad al que podemos sacarle mucho partido.

¿Qué tipos de correa para niños hay?

Aunque seguramente con el paso del tiempo y el aumento del uso de este tipo de correas de seguridad vayan fabricando nuevos modelos cada vez más avanzados, por el momento podemos hablar de tres tipos principales. Cada uno de ellos tiene características diferentes, pero todos persiguen el mismo objetivo: la seguridad de los niños.

  • Correas para niños tradicionales: se componen de un arnés del que sale una correa. Es el modelo más simple y también más discreto.
  • Correas para niños con mochila: como se ha debatido mucho sobre la estética de llevar a nuestros hijos con correa, estos nuevos modelos incorporan una mochila (normalmente con formas divertidas) de la que sale la correa. De esta manera, no da tanto la sensación de llevar al niño atado, sino que es la mochila la que capta la atención.
  • Correas para niños de muñeca: este último tipo consiste en dos pulseras de velcro unidas por una correa elástica. Una de las pulseras es para el niño y la otra para el adulto, de forma que van unidas.

La preferencia por uno u otro tipo depende única y exclusivamente de nuestros gustos y necesidades. Mientras que las correas de muñeca ofrecen menos «libertad», ya que suelen tener menor longitud, las de mochila ofrecen un diseño divertido que a los niños les gustará. Aunque, por otro lado, si no le vas a dar un uso demasiado frecuente, la tradicional es ideal.

Padres con una silla gemelar

La correa para niños debe ajustarse al tamaño de nuestro hijo. (Fuente: Famveldman: 30779996/ 123rf.com)

¿Cómo sé si a mi hijo le vendría bien utilizar una correa para niños?

La pregunta puede parecer evidente, pero a muchos padres les cuesta diferenciar o establecer un punto en el que lo que hace su hijo se sale de lo «aceptable». La mayoría de los niños son muy inquietos y, cuando empiezan a caminar, su único interés es descubrir cada vez más cosas sobre su entorno. Por eso salen corriendo de forma inesperada.

Para decidir si necesitamos hacer uso de una correa para niños, lo recomendable es que nos fijemos en dos aspectos. Por un lado, si nuestro hijo es un gran atleta pero todavía es demasiado pequeño para entender los peligros que le rodean. Por el otro, si nosotros no estamos tranquilos cuando salimos a la calle porque puede que uno de esos sustos rutinarios termine mal.

Tina BrysonPsicóloga infantil
"Los padres que utilizan la correa en sus hijos solo lo hacen por un tema de seguridad. De hecho, muchos padres creen que el llevar a los niños con correa a un sitio en el que hay gente por todas partes, o cuando se está de vacaciones en un lugar desconocido, puede ser un modo de evitar riesgos innecesarios".

¿Qué debo tener en cuenta antes de utilizar una correa para niños?

Las correas de seguridad son artículos nuevos que no hemos visto utilizar a mucha gente. Por ello, es posible que cometamos errores al usarlas por primera vez. Los especialistas en la materia recomiendan tener claros algunos aspectos que nos guiarán para hacer un uso correcto de este tipo de sistemas. ¡Toma nota!

  • Lo primero de todo es explicarle al niño qué es la correa y para qué la vamos a utilizar. Es fundamental que lo entienda.
  • Una vez que haya comprendido los motivos por los que es necesaria, será fácil que la usemos de mutuo acuerdo.
  • Nunca debemos perder de vista el objetivo que tiene la correa: la seguridad. Jamás debemos utilizarla como castigo o con otro fin.
  • No debemos guiar al niño con la correa como si se tratara de un perro. Recordemos que no hay nada mejor que hablar para que las personas se entiendan, por muy pequeñas que sean.
  • Es importante que, a pesar de estar atado, el niño sienta libertad de movimiento. Para ello, lo ideal es respetar sus tiempos (pararnos a mirar algo si nos lo pide, por ejemplo).
  • Lo más fundamental es que seamos conscientes de que la correa aporta seguridad, pero que no quita que debamos estar siempre pendientes.

Si nos planteamos todas estas condiciones, conseguiremos sacarle el mayor partido posible a la correa para niños y que esta cumpla su función. Podemos preguntar a los empleados de la tienda o incluso al pediatra si, con la práctica, nos van surgiendo ciertas dudas. Siempre es mejor informarse que hacer un mal uso de los productos.

¿Para qué edades está recomendado el uso de la correa para niños?

Algo que tenemos que tener muy presente es que la correa para niños únicamente sirve cuando nuestros hijos ya caminan a la perfección de manera autónoma. De lo contrario, no tendría demasiado sentido. Recordemos que el objetivo de estas correas de seguridad es evitar que los peques se pierdan cuando estamos en la calle.

Aunque cada niño es un mundo, la media de edad en la que más se utilizará este complemento es entre los doce y los treinta y seis meses. A partir de ese momento, nuestro hijo tendrá la suficiente capacidad como para temer ciertos peligros que existen si no se queda cerca de sus padres, y ya no hará falta la correa.

Un niño corriendo en un parque

Existen correas de diferentes tallas y con distintas longitudes. (Fuente: Noriko Cooper: 69121572/ 123rf.com)

¿Algún consejo para sacar mayor partido a la correa para niños?

Ya que la vamos a utilizar, hagamos todo lo posible para que la correa para niños nos dé los mejores resultados. Aunque no se trate de un complemento difícil de usar, sí que podemos mencionar algunas indicaciones muy útiles que nos ayudarán a sacarle partido a este artículo de puericultura tan moderno y funcional:

  • La correa para niños no sirve para enseñar a andar. Es imprescindible que nuestro hijo ya camine por sí solo. Debemos esperar a que lo haga para empezar a utilizar la correa.
  • Es importante presentar al niño a «nuestro nuevo compañero de paseos» de una forma divertida, así la utilizará encantado de la vida.
  • Evitemos los tirones. No es un perro y podemos hablar con el niño siempre que lo necesitemos para explicarle lo que ocurre.
  • No es recomendable utilizar la correa como castigo. Cuando lo hagamos una vez, lo asociarán a lo punitivo y ya no querrán volver a ponérsela más.
  • Lo ideal es que el niño note lo menos posible que va atado. Debemos acompañarle en sus pasos y respetar (en la medida de lo posible) las direcciones que quiera tomar.

Son consejos verdaderamente sencillos pero que nos serán de gran ayuda. ¡Ah! Se nos olvidaba lo más importante: no debemos sentirnos mal si otros padres no comparten el uso de este tipo de artículos. Recordemos que no le estamos haciendo daño a nuestro hijo y que si utilizamos la correa para niños es por su seguridad.

¿Es lo mismo una correa para niños que un arnés para aprender a caminar?

Muchas veces se confunden, pero no, no son lo mismo. Si bien es cierto que se parecen, por lo menos en lo referido a la estética, el fin que tiene uno no tiene nada que ver con el otro. Mientras que la correa para niños, como venimos diciendo, sirve para controlar a los «peques» cuando estamos en la calle, los arneses les proporcionan estabilidad en los primeros pasos.

La diferencia fundamental reside en que la correa no se puede utilizar si el niño no sabe caminar de forma autónoma. El arnés, por su parte, supone una ayuda en ese aprendizaje, ya que aporta seguridad y coloca al bebé en la posición correcta para aprender a andar. Podría decirse, por lo tanto, que primero utilizamos el arnés y después la correa.

Además de la correa para niños, ¿qué otros sistemas existen para evitar que mi hijo se pierda?

Por suerte, a día de hoy podemos encontrar diferentes sistemas que evitan que los niños se pierdan en zonas con mucha afluencia de personas. El más utilizado son las pulseras identificativas. Claramente, no es igual de seguro que la correa para niños, ya que con esta no perdemos de vista a nuestro hijo en ningún momento, pero también son de gran ayuda.

Estas pulseras llevan el nombre del niño y un número de contacto. De esta manera, cuando el «peque» se pierde y alguien lo encuentra, únicamente debe llamar al número que hemos elegido y podremos ir a buscarlo. Por ello, este sistema sirve más para encontrar a los niños que para evitar que se separen de nosotros.

Criterios de compra

Cuando elegimos cualquier producto, y más si se trata de uno para nuestros hijos, debemos tener en cuenta ciertos aspectos que nos garantizarán que estamos escogiendo el que más se adapta a nuestras necesidades. A continuación, hablamos sobre los principales criterios de compra de la correa para niños:

  • Tamaño
  • Material
  • Durabilidad
  • Diseño
  • Seguridad

Tamaño

La correa para niños debe ajustarse al tamaño de nuestro hijo. Por ello, este es el primer aspecto que debemos valorar. Existen correas de diferentes tallas y con distintas longitudes en función de la distancia que queramos dejar entre nosotros y el «peque». Respecto a esto último, no debemos excedernos, ya que puede resultar incómodo para el resto de personas.

Podemos encontrar correas con tamaños regulables, que vienen genial y duran más tiempo. Los niños crecen a pasos agigantados y, en el año y poco que utilizaremos este sistema de seguridad, seguro que tendremos que cambiar de talla varias veces. Es importante que el arnés tenga las dimensiones adecuadas para que no sea molesto.

Material

Aunque la correa no va a estar en contacto directo con la piel de nuestro hijo, ya que se pone sobre la ropa, el material también es importante. Y ya no solo por cuestiones de salud del niño, sino también por comodidad. Por norma general, este tipo de artículos están fabricados con tela y materiales resistentes.

Además, es preferible que escojamos una correa que se pueda lavar en la lavadora sin que ello implique que se deteriore. Debemos tener en cuenta que este artículo nos acompañará en nuestras salidas y que se manchará. Por ello, cuanto más fácil sea de limpiar, mejor. En este criterio, lo ideal es encontrar el equilibrio entre resistencia y comodidad.

Durabilidad

La durabilidad, por su parte, está muy relacionada con los dos aspectos anteriormente mencionados. Por un lado, no compensa tener que comprar más de una correa para niños en el escaso tiempo que la vamos a utilizar. Por ello, si elegimos una en la que podamos regular el tamaño con diferentes medidas y que se adapte al crecimiento del niño, mejor.

Por otro lado, cuanto mayor sea la calidad del material con el que está fabricada, más resistente será frente a las caídas, los golpes, las manchas y, al fin y al cabo, la actividad normal de un niño. Suficientes artículos de puericultura tenemos que adquirir durante los primeros años de vida de nuestro hijo, intentemos que duren lo máximo posible.

Diseño

Como hemos explicado en una de las preguntas de la guía de compras, es recomendable presentarle al niño la correa como un juguete más. Pues bien, es justamente por ello por lo que debemos fijarnos en el diseño de la misma para que se adapte a los gustos de nuestro hijo. De esta manera, la utilizará con mayor agrado.

Y dentro del criterio del diseño, también podemos incluir los diferentes tipos de correas que existen. Si antes hablábamos de los gustos del niño, ahora lo hacemos de nuestras preferencias como padres. Debemos escoger el modelo de correa que más cómodo nos resulte de utilizar. De nuevo, la clave se encuentra en el equilibrio.

Seguridad

Por último, aunque no por ello menos importante, encontramos la seguridad. Como cualquier otro artículo que vaya a ser utilizado por un niño, la correa debe estar homologada y cumplir con los requisitos establecidos por la normativa de productos infantiles. Pero, ¿cómo podemos saber que la correa sigue todas estas indicaciones?

Muy sencillo. Lo primero que debemos hacer es ir a buscar la correa a tiendas oficiales o marcas conocidas como las que se pueden encontrar en la plataforma de Amazon.. Con ello sabremos que vamos a invertir en calidad. Además, es importante que nos cercioremos de que en el embalaje de la correa aparece la marca CE (Conformidad Europea) que asegura su homologación.

Resumen

El uso de la correa para niños se está extendiendo cada vez más. Y no es por casualidad o por un tema de modas. Se trata de uno de los artículos de puericultura más útiles, seguros y que aportan más tranquilidad a los padres. Por ello, y a pesar de que muchas personas no opinan igual, estos sistemas de seguridad están arrasando.

Gracias a las correas nos olvidamos de tener que salir corriendo detrás de nuestro hijo en lugares públicos y de ese vuelco al corazón que nos da cada vez que le perdemos de vista. Además, son muy útiles para enseñar a los más pequeños la importancia de no separarse de los adultos y de los peligros que se encuentran a su alrededor. ¿A qué esperas para probarlas?

Si te ha gustado nuestra guía sobre la correa para niños, compártela en redes sociales y déjanos un comentario. ¡Queremos saber qué opinas!

(Fuente de la imagen destacada: Olesia Bilkei: 88756358/ unsplash.com)

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