Un desodorante sin perfume es aquel que no tiene ningún aroma añadido. Esto significa que no tiene fragancias o sustancias químicas que le den un olor específico. Es una opción ideal para las personas que tienen una sensibilidad especial a los olores o que prefieren un producto más neutro. A pesar de no tener perfume, cumple su función de controlar el olor corporal y mantener la frescura durante todo el día.